A la belleza de los Museos Capitolinos antecede una espléndida plaza que abraza el complejo monumental. La Plaza del Campidoglio en su aspecto actual, fue proyectada por el grandísimo Miguel Ángel a mitad del 1500.
Los Museo Capitolinos ostentan la distinción de ser considerado como “el primer museo del mundo” concebido como un lugar donde el arte puede ser disfrutado por todos y no solo por sus propietarios. En el 1471 el Papa Sixto IV donó al pueblo romano un grupo de estatuas de bronce. Las colecciones fueron incrementadas por los sucesivos Papas con obras provenientes de las excavaciones de Roma, del Vaticano o compradas directamente por el museo. La entera colección esta dislocada en dos lugares diferentes de los Museos Capitolinos, conexos entre ellos por una galería subterránea que aloja la Gallería Lapidaria: el Palacio de los conservadores y el Palacio Nuevo.
Museos Capitolinos de Roma: EL PALACIO DE LOS CONSERVADORES
Miguel Ángel Buonarroti, a quien se había encomendado de arreglar la Plaza, diseñó la fachada aunque del Palacio que pero non logró jamás terminar. Entrando en el patio inicia nuestro viaje al interno del antiguo. Al lado derecho encontramos los fragmentos de la estatua colosal de Constantino desenterrado en el 1486, la altura estimada de la entera estatua debería alcanzar 12 metros. Imagínense que solo la cabeza media 2,60 metros. Al otro lado encontramos los relieves que representan las provincias, provenientes de el único templo dedicado al emperador Adriano, divinizado después de su muerte. Una vez pasada las estatuas colosales de los Daci realizadas en mármol dorado, podemos continuar nuestra visita al piso superior. Entre los relieves que podemos admirar, los mas conocidos, son los mosaicos con la tigre y el becerro, convertido en imagen símbolo de los Museos Capitolinos. La belleza de estos dos paneles simétricos radica en la precisión y el cuidado extremo transmitido a través de esta decoración de mosaico, que expresa un extraordinario dinamismo.
La planta principal caracteriza por la belleza de los frescos que decoran los techos y las paredes. Entre las obras mas importantes se encuentran la estatua del Papa Urbano VIII Barberini,, construida por el maestro Gian Lorenzo Bernini entre los 1635 y 1640 y conservada en la Sala de los Orazi e los Curiazi. Continuando con nuestra visita, llegamos a la sala más importantes de todo el edificio: la Sala de la Lupa. Este espacio en la antigüedad era una logia que se abría hacia la ciudad. En el centro de la Sala se encuentra la estatua del símbolo animal de la ciudad: La celebre Loba Capitolina en bronce, donada por Papa Sixto IV.
Entre las innumerables obras conservadas en los Museos Capitalinos, a una en particular ha sido dedicada un espacio de excepción. En el 2005 ha sido inaugurada la Esedra de Marco Aurelio. La mirada a esta nueva exposición te deja sin aliento, la luz golpea la estatua ecuestre del emperador acentuando la autenticidad y el color dorado del bronce. La estatua de dimensiones colosales es tan importantes porque debe considerarse la unió a ecuestre de la época clásica que se ha integrado a la época contemporánea.
A través de la Galería Lapidaria vamos a visitar la otra ala de los Museos Capitolinos. Este pasaje subterráneo probablemente en la antigüedad tuvo el papel de un antiguo archivo estatal, del cual no tenemos ninguna información definitiva.
Museos Capitolinos de Roma: el PALACIO NUEVO
Aunque el proyecto de este palacio fue diseñado por Miguel Ángel, con el pórtico en la planta baja y la orientación ligeramente oblicua, para dar una simetría mas precisa a la Plaza del Campidoglio. Este edificio contiene tambien innumerables obras que se encuentran en las hermosas salas. En el patio hay tres estatuas colosales: Morforio; Pan y Marte.
Durante el Pontificado de Clemente XI también se adquirieron numerosas obras que fueron a decorar el pabellón egipcio. Entre las obras mas representativas se encuentra un gran cráter de campana de Villa Adriana y una serie de animales que fueron el símbolo de las deidades egipcias más importantes: el cocodrilo, una esfinge, un escarabajo. La estructura del segundo palacio es espectacular a la primera. También aquí ingresas al piso superior a través de una escalera que nos lleva a una serie de salas ricas en mármol y mucho más. Una de las salas que se destaca por su singularidad es in lugar a dudas, el Gabinete de Venus. Esta pequeña sala polígona, similar a un ninfeo, enmarca la estatua llamada Venus Capitolina, encontrada durante el pontificado de Clemente X en la Basílica de San Vitale. La estatua, de 1 metro y 93 centímetros de altura, esta hecha de mármol fino y representa una joven mujer que acaba de salir del baño, con la intención de cubrir su desnudez con modestia.
El ambiente realza el espléndido trabajo, acentuando la gracia de esta joven mujer. Desfilamos frente a numerosos emperadores y filósofos y después de pasar por el salón, encontraremos una estatua muy particular: el fauno rojo. La estatua, llamada así por el color que le da el mármol rojo granate, representa. A la joven figura mitólogos mientras baila. Terminamos nuestra visita con la última sala importante, la llamada Galata, un personaje que erróneamente fue interpretado como un gladiador en el acto en de caer sobre su escudo. Otras bellas estatuas que llenan la habitación: El Amazona herido, el Amor y la Psique, Sátiro en reposo.
El Campidoglio, la más pequeñas de las colinas de Roma, se articulaba sobre dos niveles de altura (Capitolium y Arx )separadas por un valle profundo correspondiente a la actual Piazza del Campidoglio, cuyo nivel era 8 metros más bajo del actual.
Sus laderas eran muy empinadas y por su difícil accesibilidad, además de su posición dominante sobre el Tevere, se eligió como fortaleza de la ciudad.
Los edificios prde donde ascendía el camino de carruajes, de donde ascendía el camino de carruajes, el Clivo Capitolino, que conducía hasta el templo de Júpiter Optimus Maximus, el más importante e imponente de Roma antigua.
Además de este y de otros edificios templares (templos de Giunine Monedt, de Veiove y del Area Capitolina) el Campidolgio fue sede del archivo público romano (Tabularium).
Muchos restos de las antiguas construcciones son visibles al interno del recorrido expositivo de los Museos Capitolinos, otros se han conservado al aire libre en la colina.
La plaza del Campidoglio en su aspecto actual fue proyectada por Miguel Ángel Buonarroti alrededor de la mitad del Quinientos.
La realización de los elementos que la componen (palacios, esculturas y la decoración de los suelos) concebidos por Miguel Ángel como un conjunto funcional para una unidad organizada, ha sido en parte actuada en el curso de los siglos sucesivos, con modificaciones y adiciones.